Wedding planner ¿Si o no?
Buenos días, hoy voy a hablar de las wedding planner y de como conseguimos a la nuestra.
Cuando decidí proponerle matrimonio a mi chico, tenía todo planeado. ¿Quién no ha soñado con su boda ideal?. Yo la primera. Adoro imaginarme las bodas, e incluso miraba los programas de divinity en donde las organizaban según temática. Se veía tan fácil, y tan divertido, que yo me hice mi cuadro mental.
Tras la pedida, fuimos a la feria de bodas 1001 en Madrid. Era el segundo año que iba, pero esta vez mi chico venía conmigo. Debo decir que, tras lo del covid, había muchas carencias o al menos yo notaba que faltaban más cosas. Pudimos ver muchos fotomatones, algunos increíbles, pero también vestidos, regalos para invitados y otras cosas que nos llamaban la atención.
Fue entonces, tras unos minutos, que vimos un stand de Servibodas. Nos atendió Raquel, una mujer que nos dio un dosier con las cosas que se necesitaban para una boda y fue cuando me di cuenta que no tenía nada. Me faltaban un montón de cosas, y es cuando me agobie. Ese día, Raquel nos dio cita para reunirnos en Madrid unas semanas después.
La primera visita
La primera visita... debo decir que me sentó peor que una jarra de agua fría por la mañana. El llegar allí, fue sencillo ya que me conozco Madrid. Nos sentamos y ella nos preguntó como queríamos que fuera la boda. Por lo que yo tenía en mente quería isla Santillana como lugar del enlace y un enlace civil. La verdad es que no me gustan las iglesias, por lo que ambos teníamos claro como sería. Al principio queríamos una boda normal, sencilla, pero conociéndonos y viendo lo que vimos de temática de Harry Potter, decidimos ir por ese camino y fusionar ambos estilos, sencillo y mágico.
Y aquí es cuando me caí. Raquel me hizo ver que la aldea Santillana es preciosa, pero es cara y que con nuestro presupuesto, podríamos ver otras opciones que encajaran con lo que yo tenía en mente. Es algo que no me gusto oír, aunque creo que a nadie nos gusta escuchar eso, pero si miramos nuestro bolsillo, ella tenía razón. El menú más barato, eran 120€ sin IVA, lo cual se pondría por encima de nuestras posibilidades. Ella nos concertó dos citas para dos lugares completamente distintos de los que ya os hablaré en otro momento.
Gracias a aquel aviso y a abrir la mente, estamos consiguiendo ver la boda de otra manera, viendo nuestras posibilidades y tener todo el lujo, dentro de nuestro presupuesto. Ella nos va guiando y vamos teniendo citas de vez en cuando para ver como vamos, nuestros intereses.
¿Si o no a un wedding planner?
Mi respuesta es si. Si os vais a casar y tenéis el tiempo limitado para las gestiones, programar citas, o proveedores, los wedding planner serán la solución perfecta para poder gestionar todo. Eso si, tened la mente abierta para los cambios que puedan surgir y bajar de las nubes.
El servicio no es gratuito, ni mucho menos, pero ellos se llevan comisión de lo que tu contratas. Nadie da su trabajo de gratis.